Ella piensa que está gorda, él solo puede ver a la mujer más hermosa del mundo a través de sus lentes.
Ella piensa dos veces antes de llamarlo, por si acaso se canse; mientras que él espera ansiosamente escuchar su voz.
Ella no comprende porqué a veces él la contradice, y él muere de la desesperación de no poder ayudarle a romper el pasado y moldear el futuro.
El quiere robar un continente entero para que ella se pasee por la meseta y pueda dormir una tarde tranquila en un espacio que sea sólo de ella y de nadie mas, y ella tranquiliza su frenesí con un carnoso beso de buenas noches.
El vela sus noches aunque no este sentado al filo de la cama de ella, y ella no entiende porque tiene las noches más tranquilas.
El sabe que ella es el amor de su vida, y ella sabe que junto a él nada le puede suceder...
Poco a poco iremos construyendo nuestro reino, tu serás la princesa que me roba el sueño y yo seré el cabellero sin armadura que proteja tu corazón.